miércoles, 3 de noviembre de 2010

La pesadilla de ser mujer

“Nastagio deglio Onesti” es una obra pictórica compuesta por cuatro cuadros que forman una spalliera, realizadas a finales del siglo XV. Su autoría ha sido muy debatida y tras largos estudios se ha llegado a la conclusión de que el responsable del diseño de la obra y de la pintura de algunas de las figuras presentes, fue Boticelli, tratándose de un trabajo de taller y atribuyéndose el resto a discípulos suyos.

Estas maravillosas pinturas ilustran la octava novela de la quinta jornada del Decamerón de Bocaccio, en la que se narra la historia de Nastagio, un hombre joven residente en Rávena, que es rechazado por una mujer a la hora de mantener relaciones sexuales. Sus amigos, para animarle, le llevan a un pinar, donde tienen lugar los hechos plasmados en las tres primeras partes del conjunto pictórico.

En el primer cuadro está representado el protagonista de la historia tres veces y a la derecha, una bella mujer que es atacada por un perro y perseguida por un jinete, a través del cual Nastagio se entera de que lo que está viendo es algo que sucede cada viernes, que se trata de una maldición y que cuando el jinete alcanza a la hermosa mujer, tiene que extirparle el corazón de forma salvaje y ofrecérselo a los perros que le acompañan en dicha persecución, como castigo por no haber accedido anteriormente a mantener relaciones con él y haber provocado así su suicidio.

Esto último es lo que se ilustra en la segunda parte, en la que el joven de Rávena huye aterrado al presenciar dicha escena.

En el siguiente panel, sin embargo, vemos que Nastagio ha invitado a un grupo de personas, entre las cuales se encuentra su amada, a una fiesta en el pinar citado anteriormente, para que sean testigos de lo que allí acontece, sacando provecho así de la situación y convirtiéndola en una escena moralizante y evocadora de lo que podría suceder si su amada no accede a sus deseos.

En la última parte asistimos ya a la celebración del enlace entre el protagonista y su futura esposa.

He aquí un claro ejemplo del papel secundario que desgraciadamente ha tenido la mujer a lo largo de la historia y de una obra bellísima pero a la vez machista y misógina que coloca a la mujer en una posición de desventaja y de sumisión respecto al hombre, llegando en este caso incluso a castigar a ésta con una tortura aberrante, tan sólo por no someterse al género masculino. También se trata el tema de la obligación a contraer matrimonio, siendo en este caso una vez más al género femenino, al que se le retira la capacidad de decisión.

Lamentablemente, esto es algo que todavía hoy concierne a nuestra sociedad, demostrando que a pesar de estar fechada esta obra hace seis siglos, los temas que giran alrededor de ella, no están tan desfasados.

Daniel García Paz, Grupo 12

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