«El infierno de los amantes crueles»
En el año 1483 le fue encargado a Sandro Botticelli - gran pintor florentino - una serie de“spallieras” con motivo del enlace de dos miembros de las familias de Giannozzo Pucci y Lucrezia Bini. Decidió elaborarla en cuatro partes y que fuera de oleos sobre tabla (aunque se dice también que es técnica mixta).Dichas representaciones están basadas en la octava novela de la quinta jornada del “Decamerón” de Boccaccio: «El infierno de los amantes crueles».
Se trata de una maldición debida a que la mujer rechazó a este hombre y este se suicido y como castigo esta escena se repetiría reiteradamente. Nastagio utilizará esta aparición para que finalmente su amada acepte el matrimonio con él tras ver la escena.
Las tablas permanecieron hasta 1868 a los Pucci, en Florencia. Finalmente en 1929, don Francisco de Asís Cambó compró las tres primeras a los herederos de Joseph Spiridon. En 1941 las donó al Museo del prado (actualmente están expuestos solo las dos primeras tablas). La cuarta tabla forma parte de una colección privada en Suiza.
En la primera tabla vemos a Nastagio representado tres veces para señalar distintos tiempos en un mismo momento, divididos por los troncos de los árboles. A lo lejos a la izquierda podemos verle despidiéndose de sus compañeros de campamento; más a la derecha está cabizbajo, pensativo, debido a que le ha pedido matrimonio a su amada y esta le ha rechazado, y en una imagen de Reimer plano y centrada observamos a una mujer desnuda que es perseguida por un jinete y unos perros, además vemos como Nastagio intenta luchar contra estos.
Mediante el uso de la perspectiva lineal se crea una apariencia de profundidad contrastando la violencia del primer plano con la serenidad del paisaje del fondo,
En la segunda obra a la izquierda aparece Nastagio horrorizado por la escena central, el jinete ha dado caza a la joven; le hace un corte en la espalda para sacarle el corazón y dárselo a los perros como aparece en el extremo inferior derecho. Finalizado este acoto, la mujer se levanta y la persecución comienza de nuevo, como se puede observar al fondo de la obra.
En la tercera tabla esta representado un banquete en medio de un pinar. Nastagio ha organizado todo para que la familia de su amada y ella vean la escena de la joven y el jinete. Al igual en la primera escena, aparecen dos tiempos distintos en un mismo momento, en el lateral derecho aparece representado Nastagio hablando con la criada de su amada, la cual le dice que ésta ha accedido a casarse con él, y a la izquierda aparece explicada de nuevo la escena que transcurre en el centro de la obra en la que la mujer es atacada por los perros y el jinete. Se puede ver al fondo que se a reducido el bosque y en general la vegetación. También distinguimos un muro sobre el cual se sitúan varios escudos: los Bini a la izquierda, los Médicis en el centro y los Pucci a la derecha.
Se representa con gran detalle las mesas y los utensilios del banquete así como los detalles de los rostros de los comensales. Destaca el desnudo central y la figura de la novia vestida de blanco (posiblemente fueron creadas por Botticelli).
La diferencia de esta tabla con las anteriores es que se representa una única escena: el banquete de bodas de Nastagio y su novia. Con una perspectiva lineal cuyo punto de fuga es un arco del triunfo, se sitúan dos filas de mesas donde se encuentran situados los invitados bajo unos soportales en los cuales encontramos pequeñas hojas situadas en la zona superior de las columnas, unidas por arcos de medio punto. También aparecen los escudos de los Pucci, los Medici y los Bini.
Destaca la minuciosidad del dibujo y la primacía del color y la luz natural. Predominan los colores cálidos para transmitir cercanía y los fríos se utilizan aparentando lejanía. Es una pintura de composición abierta con una figura humana realista pero a la vez idealizada.
La autoría de estas tablas han sido muy discutidas debido a las desigualdades en el dibujo y en los tonos, pero la calidad de algunas figuras apunta a que fueron realizadas por Botticelli. Ayudantes de su taller fueron Bartolommeo, da Giovanni y Filippino Lippi.
Fuera del contexto de la obra (que supongo que a nadie le gusta) lo que me ha llamado la atención es la capacidad que tiene el arista de narrar una historia a través de la representación de varias acciones temporales al mismo tiempo con una eficiencia extraordinaria. Y me da igual si los a hecho Botticelli, Bartolommeo, da Giovanni o Filippino Lippi, los cuatro me encantan sobre todo este ultimo, que consigue unas transparencias casi imposibles para otros en sus retratos como es por ejemplo en la virgen con el niño Jesús.
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