Desde el pasado 21 de Octubre, se puede visitar en la galería madrileña Oliva Arauna, la exposición “Sound of Silence”, del chileno Alfredo Jaar.
La muestra se divide en dos partes:
Una primera, llamada “Three women”, que consta de tres diminutas fotografías iluminadas por gran número de focos que llegan a impedir que puedas observarlas muy de cerca. El motivo del tamaño podría ser una crítica a la poca repercusión social que se les otorga a estas grandes mujeres y la iluminación podría tener un segundo significado, como la verdadera importancia de estas personas que luchan porque el cambio en sus países, entrando así en la historia. Muy en línea del pensamiento reivindicativo que intenta transmitir siempre el artista.
La segunda parte, la que da nombre a la exposición completa, es “Sound of Silence”, una videoinstalación en forma de cubo. En el exterior, una de sus paredes nos deslumbra, ¿Podríamos interpretarlo como una representación de la despreocupación humana frente a los temas del mundo subdesarrollo? Dentro, cuando una luz verde nos lo permite, podemos pararnos durante ocho minutos a conocer la historia del famoso fotógrafo ganador del premio Pulitzer: Kevin Carter. Se trata de una breve biografía suya, donde nos explican la evolución de su carrera y todos los horrores de los que fue testigo durante sus trabajos, junto al proceso de creación de su obra más famosa y controvertida, la foto por la que recibió el galardón. La pausada narración termina con el ya conocido suicidio del fotógrafo, causado por la presión a la que fue sometido con la polémica que los medios de comunicación dieron a esa foto o por la saturación de imágenes que le produjeron sus viajes. Cuando la proyección termina, dos flashes te ciegan y quedas congelado en una fotografía. Lo que podemos interpretar como la facilidad con la que se toma una imagen, la fugacidad de ese momento frente a la gran repercusión que puede darse en torno a una fotografía.
En conjunto, la exposición da lugar a un gran concepto en el que se combinan temas como este (la imagen), y su efecto: en la vida de a quienes ayudan esas mujeres en “Three Women” o en la propia vida de Kevin Carter en “Sound of Silence” y el valor que los medios otorgan a las mismas: prácticamente nulo en las primeras y enorme en la segunda. Sin olvidarnos del papel tan importante que juega el tercer mundo, puesto que durante todo el trabajo nos están hablando de sus condiciones de vida y de la inconsciencia occidental. Lo que nos acerca también a aquello que sentimos tan lejos y nos despierta la conciencia sin utilizar las fuertes imágenes a las que estamos acostumbrados a ver.
Roberto Díaz Majano.
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