L'imagination au pouvoir

El enigmático ‘grafitero’ británico conocido como Banksy lleva años revolucionando el panorama del street art. Un artista del que no se conoce su identidad (mas que nació en Yate en 1974 y creció en Bristol, Inglaterra) se sospecha que se apellida Banks, es alto, rubio y de estética hip-hopera. Aquel que ha hecho del arte urbano el consumismo del arte como lujo (su obra más cara subastada hasta el momento alcanzó los 380.000€), ha convertido lo que es una forma de expresión pública en privada, y se ha atrevido con el séptimo arte al dirigir “exit through the gift shop”, un ‘documental’ cuyo título ya aventaja el tema que va a tratar: la comercialización del arte, esa necesidad de “salir por la tienda de regalos/souvenirs” tras haber visitado un museo.

Y es que puede permitírselo, él que sigue conservando su anonimato –ni siquiera se sabe si el que dice ser Banksy en el ‘documental’ verdaderamente lo es- es el artista actual más crítico: ha entrado de incógnito en los museos más grandes del mundo y colocado obras suyas al lado de otras venerables, ha pintado el mismísimo muro de Gaza, hizo una exposición mostrando a un elefante totalmente pintado, mimetizado con el fondo del espacio… y en cuanto a sus obras, éstas son siempre reivindicativas y antisistema, lanzan un mensaje a los transeúntes, critican aspectos varios de la sociedad como el capitalismo y son recurrentes l@ niñ@s, los globos, los agentes y las ratas. La técnica: el estarcido (stencil), la cual se realiza mediante plantillas (cuyo tamaño dependerá de la ubicación, premeditada por el artista)

El ‘documental’ nos muestra “the rise and fall of Thierry Guetta”*, un excéntrico comerciante francés cuya afición es grabarlo absolutamente todo, hasta que se replantea que puede hacer algo más: un documental sobre el street art y sus mayores exponentes, poniéndose como meta descubrir la identidad de Banksy y hacer negocio con él. Lo que finalmente sucede es que Thierry se convierte en un Banksy –apodado Mr. Brainwash- que ha comercializado de forma masiva el ‘grafiti’, vende su imagen hasta la saciedad y se equipara el arte urbano con el arte pop, el cual ya nació para ser comerciado.

Una crítica con humor y sorna (se ignora hasta qué punto la historia es real, si bien Bansky, a través de su RR.PP Jo Brooks, dijo en un comunicado que “Todo en ella es verdad, en especial las escenas en las que todos mentimos”) que pretende mostrar cómo sus transgresoras llamadas de atención –a.k.a ‘grafitis’- se han cotizado hasta cifras insospechadas y han pasado de estar en la calle y ser consideradas como actos vandálicos a establecerse en la mansión de Brangelina.

Éstos son Los grafitis de Banksy más visitados en Londres

*De "The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars", 1972, David Bowie