Paula Morán Ortín
Alfredo Jaar es un artista chileno nacido en 1956. Su obra se caracteriza por buscar un gran impacto en la sociedad – son frecuentes sus instalaciones en el espacio público- y por realizar una dura crítica sobre esta.
La introducción de la obra corre a cargo de “Three Women” un exposición de tres fotografía tamaño carnet de Aung San Suu Kyi, Graça Machel y Ela Bhatt: . Resulta imposible verlas bien ya que un grupo de focos las rodean por completo y nos alejan de ellas, haciendo que la acción de iluminarlas aumente la distancia entre estas y el público, transformando mujeres con ideales que salieron de las mismas vísceras que posee el observador, en mártires, inalcanzables e imposibles de emular. Es una clara metáfora de la relación entre la notica, los medios de comunicación y el espectador. Los medios, al tratar de mostrar la noticia, ciegan a sus protagonistas y se interponen entre ellos y la sociedad consiguiendo que la asimilación de la verdad, que es lo que precisamente interesa, resulte confusa y parcial.
“Sound of silence” es una proyección de ocho minutos en un cubículo oscuro en la que se narra la biografía del polémico fotógrafo Kevin Carter, al final de esta, salta un flash y se muestra la foto que llevó a Carter al Pulitzer y, según la leyenda, al suicidio. Su vida estuvo marcada por hallarse en el centro de la violencia, guerra, muerte, sabuso. Fotografiar el horror para mostrárselo al mundo y luego volver a casa e intentar dormir.
Jaar habla de los juicios que todo el mundo se permitió hacer cuando Carter ganó el premio aún a pesar de no tener en cuenta su bagaje vital. El ser humano es tan prepotente que se considera experto en temas en los que apenas ha profundizado y olvida que hay que contrastar la información antes de lanzar las balas. Dijimos que Carter era el buitre, que no ayudó a la niña, que sólo buscaba el premio. El flash del final se encarga de convertirnos en observadores pasivos, en buitres y devolver la pelota a nuestro tejado y esperar nuestra reacción. Pero las opiniones generales no nacen del público, nacen de las diferentes posturas de los mass media. Mucho después se ha sabido que la niña no estaba moribunda sino que había ido a defecar a un descampado cercano al centro de alimentos. Tampoco es probable que fuera la causa del suicidio, quizá sólo fue la gota que colmó el vaso.
En el centro de la exposición, hay un gran panel de luz que ciega al espectador, si a esto le unimos la reacción provocada contra Carter y el alejamiento de las activistas, entendemos que Jaar está criticando el periodismo actual comparándolo con la luz. Teóricamente es un instrumento para conocer pero en la práctica se vuelve un obstáculo que nos impide entender las cosas por nosotros mismos. Si nos paramos a pensarlo, no es la primera vez que los hombres usan la luz como forma de dominio ¿Será esto un fallo en el sistema periodístico o nos hallamos ante una nueva forma de oligarquía?
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