jueves, 25 de noviembre de 2010

Belleza, que difícil de definir eres.

Todo comienza en el año 2002, cuando fueron desvelados numerosos datos acerca de abusos sexuales por parte de sacerdotes. A partir de la frase citada por el papa Juan Pablo II (“Una gran obra de arte puede ser mancillada, pero su belleza permanece; esta es una verdad que reconoce todo crítico de inteligencia honrada”) para proteger en cierto modo el órgano que es la Iglesia, surgen un gran numero de interrogantes acerca de qué es la belleza, cómo es considerada dentro de la sociedad, el gran numero de variantes que tiene dependiendo del contexto en el que se utilice dicho término….
Se habla de una belleza perecedera, que con el paso del tiempo y tras muchos retoques y transposiciones conceptuales se ha llegado a hablar de distintos tipos de belleza.
Volviendo al término de belleza empleado por el papa, poco cabria de esperar que se refiriera a una belleza material, sino más bien a una belleza espiritual, una belleza interna, una belleza inmutable que si llegara a materializarse lo haría en forma de arte.
Para lograr una definición que exprese con precisión la palabra belleza deberíamos prestar atención a su historia, a los distintos significados que ha tenido esta palabra. Al no dar con una significación común que la designe se llegó a suponer que había un órgano o capacidad para registrar la belleía (es decir, el valor de cada obra de arte) el llamado “gusto” , sin embargo, esto trajo consigo un problema. A pesar de que un grupo de entendidos se pusiera de acuerdo en designar que algo era bello, no sólo basándose en criterios visibles, siempre surgían otro tipo de criterios privados. Kant para tratar este tipo de problema propuso la facultad del juicio, por la cual se debería llegar a un criterio común. Sin embargo, el flexible criterio empírico del gusto no se correspondía para nada en como eran consideradas las obras de arte (irrefutablemente grandes o bellas).
Por otra parte a medida que las posiciones relativistas se introducían cada vez mas en asuntos culturales, comenzaban a surgir distintas concepciones de belleza. Afirmando así Valéry que la belleza es indefinible por naturaleza.
Al presentar tantos fallos, la idea de belleza comienza a desacreditarse así como el valor del juicio como algo imparcial u objetivo. Se concluye finalmente, que la belleza es una antitesis de lo feo,¿ pero que se considera como feo?
Del mismo modo que se esta dejando de calificar algo de feo, se está apartando la separación buen gusto / mal gusto (sin embargo, el buen gusto se está comenzando a relacionar directamente con el arte y la literatura, sin tener que ser de por sí considerados de buen gusto o bellos en su defecto).
Retornemos a las distintas aplicaciones que ha tenido la belleza a lo largo de la historia. Que la belleza se aplicara a unas cosas y no ha otras se convirtió en su atractivo, estableciendo así distintos rangos que se relacionaban con un orden social. Lo que había sido una virtud (la belleza excluyente) con el paso del tiempo se volvió negativa, pasando a ocupar la belleza una posición elitista.
Designar algo de interesante trae dentro de sí una valoración mucho más indiscutible que el designar algo de bello, lo interesante tiene como antónimo lo aburrido. Cari Schmitt declaró que el liberalismo era aburrido en “El concepto de lo político”, dando a entender que el drama, la sal, el conflicto son interesantes. En la actualidad, algo se califica de interesante para no tener que elaborar un juicio sobre la belleza (hoy en día lo interesante es un concepto consumista).
La belleza desde siempre se ha considerado como un ideal una perfección relacionada con el género femenino, mientras que el hombre siempre ha sido más temible que hermoso, con la intención de impresionar en vez de seducir.
Por lo general, se supone que la belleza es una categoría estética, lo que la enfrenta para muchos, directamente con la ética. Sin embargo ya desde Platón se venia considerando que lo estético mismo es un proyecto casi moral (belleza formal y belleza intelectual). Del mismo modo siempre se ha tendido a dividir la belleza, en belleza interna, externa, superior, inferior… con ello los juicios morales colonizan los juicios de lo bello.
Sin embargo, en ocasiones la belleza no tiene que ser bonita, hermosa, alegre… de echo las cosas tristes como la guerra, las muertes… pueden llegar a tener una belleza mucho mas abrumadora.
Según Hegel, la belleza creada es más elevada que la belleza natural, puesto que es el mismo hombre quien la ha creado con sus conocimientos y cultura naturales.
Tras haber hablado de cómo consideran otras personas la belleza, de cómo a lo largo del tiempo se ha ido trasformando su sentido, en definitiva qué es la belleza, me gustaría dar mi propio concepto de belleza:
Ya se ha demostrado que la belleza difiere según las personas, eso es algo lógico. Algo es bonito o bello si en cuanto lo miras te llena, te entra un no se qué que sin darte cuenta, te pone una sonrisa en la boca o por le contrario te inunda de tristeza (opino que el que algo te resulte bello es porque se relaciona directamente con los sentimientos). Cada cosa que te parezca bella es porque inconscientemente la estás relacionando con algo de tu vida un recuerdo, una frase, un lugar, una persona…por ello digo que no hay una belleza universal, sino todo lo contrario una belleza individual que se puede hacer plural a otras personas por medio del gusto.







Ana Viguera Rajal
Grupo 12

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