domingo, 28 de noviembre de 2010
“El Marco Incomparable”
MªLUISA CRESPO GRUPO:12 “El Marco Incomparable”
Banksy realiza su obras en paredes públicas. Las lleva a cabo tratando de transmitir una idea, sensación o reivindicación y es ahí donde Banksy destaca, puesto que deja de lado la parte más egocéntrica de la mayoría de los escritores, los cuales buscan crear algo a partir de su nombre o apodo. Este londinense siempre desarrolla sus obras buscando remover conciencias con un mensaje revolucionario y crítico sobre la sociedad. Para ello utiliza el paisaje urbano y estudia la forma en que un muro y sus formas y características puede ser utilizado para llamar la atención del transeúnte y hacerle pensar. Un escritor más, en principio, con unos ideales más definidos. La forma en que lo hace es utilizando la mayoría de las veces la técnica de las plantillas.
El carácter legal o ilegal de sus trabajos, este tema es un eterno debate dentro del mundo del graffiti, puesto que este nace de una forma paralela a las reglas establecidas por el sistema y si se hace de una forma legal puede perder su carácter de protesta. Y es aquí donde nace la controversia que ha creado su obra de “El marco incomparable” de Bilbao. Los escritores de aquella localidad son perseguidos y multados por pintar las paredes sea cual sea su mensaje, como cualquier otro ciudadano, al igual que Bansky en su ciudad natal supongo. La diferencia viene cuando el escritor cruza la línea de ser un simple joven con un aerosol, a remover conciencias alrededor del mundo entero y consigue llamar la atención de concejales y políticos, como para que quieran mantener o “legalizar” su obra y la del resto no.
Tal vez es por eso, que otros artistas han boicoteado sus obras. Tal vez también, intentando mandarle el mensaje de que sin quererlo, ni beberlo a cruzado la línea en la que el propio sistema se ha aprovechado de él con fines políticos o electorales, alegando que lo suyo, o por lo menos su estilo, si es muestra cultural.
Aun con todo esto el artista es consciente de la vida de sus obras y cuenta, que por mucho “bombo” que quieran darle los medios de comunicación, todo tiene un principio y un final. Esto denota que el artista es consciente de que el graffiti tiene una característica más que le diferencia del resto de las obras desorbitadamente caras que se puedan exhibir dentro de un museo, y es el periodo de vida de esta. Por otra parte me atrevo a asegurar que tarde o temprano una de las suyas acabara en un futuro en la sala de alguno, gracias a que el sistema absorbe todo.
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