martes, 9 de noviembre de 2010

THE SOUND OF SILENCE


Fool, said I, you do not know,
Silence, like a cancer,
Grows hear my words and I might teach you,
take my arms then I might reach you
But my words,
Like silent raindrops fell,
And echoed in the wells of silence.
( Paul Simon)

La obra es una video instalación de 8 minutos. Se encuentra en un oscuro cubículo donde se proyecta un video sin sonido en el que solo aparece texto escrito que, de manera objetiva, nos narra la vida de Kevin Carter. Un fotoperiodista sudafricano, autor de la polémica fotografía en la que aparece una niña famélica acechada por un buitre.

Este periodista gráfico se quitó la vida tras las duras críticas que recibió como consecuencia de esta fotografía.

El artista chileno, Alfredo Jaar nos invita a conocer la verdadera historia de Kevin Carter, al margen de su polémica fotografía. Nos cuenta la vida de un hombre atormentado que sufrió los horrores de la guerra y fue testigo de las peores atrocidades.

Alfredo Jaar indaga sobre la vida de Kevin Carter, más allá de las críticas y de su famosa fotografía invitando a reflexionar sobre quien es realmente el malo en todo esto, y desde mi punto de vista hace una critica a quienes carga contra “el mensajero” que les muestra las imágenes de horror y miseria y no contra los gobiernos y las codiciosas corporaciones que promueven y financian guerras para seguir explotando países enteros. Esos hipócritas acomodados que mientras comen a dos carrillos ven escenas de dolor, miseria e injusticia en los Telediario y apaciguan su conciencia dando una limosna los domingos en la iglesia o dando algún donativo a Manos Unidas u otra ONG.

Dejando de lado el contexto en el que se realizo la imagen, he aprendido que las imágenes no son solo una instantánea, se componen de muchos factores y no podemos juzgar a quien, como testigo y mensajero, la pone de manifiesto. Porque al descontextualizar una imagen pierde totalmente su significado y puede dar a conclusiones erróneas o “matar al mensajero” para tranquilizar nuestras conciencias.

Puede que la respuesta de Kevin Carter no fuera la deseada, pero mi reflexión tras conocer su historia es que debía sentirse impotente antes esas situaciones que vio y vivió. Con esta imagen vio una oportunidad para ser útil y hacer reaccionar al mundo, zarandear las conciencias, mostrando los horrores que acontecían en ese país.

Por otro lado, al comienzo de la sala nos encontramos la obra “The Tree Womans”.

En ella encontramos unas fotografías en pequeño formato que nos muestran los retratos de Ela Bathtt, Aung San Kyi y Graça Machel, tres mujeres de que dan su vida por la lucha contra el subdesarrollo en el mundo y que a pesar de su “minúscula presencia” el artista les hace un homenaje llenando su rinconcito de la estancia con luz para enfatizar su importancia y, a su vez, dirige hacia ellas -con intención irónica- una serie de cámaras como si de unas superstars se tratase.

Son tres mujeres que permanecen prácticamente en el anonimato y puede que nunca lleguen a tener la repercusión mediática y el reconocimiento de Kevin Carter. Mientras el mundo se vuelca por informar de temas banales, estas mujeres hacen realmente una labor humanitaria sin el reconocimiento que se merecen.

Diana Carrasco Díez Grupo 12

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