domingo, 21 de noviembre de 2010

Sound of silence, mundo paradójico

Daniel Matilla, grupo 12

Paradojas…, si hay un gobierno global en este mundo, sin duda es el gobierno de la paradoja. Viendo Sound of Silence, me dio tiempo a reflexionar no sólo sobre el tema en concreto en torno al que gira (Kevin Carter, la foto, las críticas, el suicidio…), sino también sobre el mundo, las contradicciones que en éste se nos presentan día a día, y, sobre todo la parte chunga (pobreza, hambre…) de todo este asunto. Un buen contenido de crítica social el que nos presenta Alfred Jaar en su obra, crítica a peces gordos como Bill Gates por sacar tajada de todo, crítica a la raza humana por ver siempre la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio, buenas reflexiones si…

Claro que esa fue mi primera impresión, que lleva implícito un desconocimiento sobre el autor, el destino y precio de esa obra, etc. Tal vez ese desconocimiento se deba al “despiste” de un (o varios) novato en esto de la crítica de no preguntar acerca de ello, pero bueno también es normal pensando que es la primera galería privada que visito con afán de estudiar la obra que en ella se expone. El caso es que tras recibir esta y más información unos días mas tarde, mi punto de vista al respecto cambia bastante.

Llegados a este punto no me queda otro remedio que volver al principio, la usual, caprichosa y siempre presente (hasta en el título de la obra) paradoja. El precio de la obra no lo recuerdo exactamente, pero se que ni yo ni ninguno de mis compañeros que me acompañaron en la visita podríamos comprarla, ni siquiera juntando todo lo que llevábamos de valor encima (y eso que éramos bastantes…). Por su formato, también se que esta obra ha sido creada para su exposición en un museo. ¿Crítica social por valor de miles de euros? Me da la risa, pone a parir a ciertos peces gordos pero, ¿no son de la misma calaña que los dueños de muchos museos, que no son mas que inversiones de ricachones al fin y al cabo? Mas aún, esos peces gordos sacan tajada de las obras (hechas desgracias) ajenas y, ¿no es lo que está haciendo Jaar con esta obra? Me parece que la gran cantidad de luz blanca del exterior y el “flashazo” del video son en realidad una metáfora de lo ciegos que nos deja a los que, inocentemente, vamos a ver su obra sin un conocimiento previo de su contexto, o a lo mejor es que yo soy un paranoico y me imagino demasiadas conspiraciones de darle tantas vueltas a la cabeza, no se, no se…

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