Mª Angeles Peña
La exposición de Carlos Garaicoa está situada en el antiguo Matadero de Madrid localizado en la plaza de Legazpi, donde el autor ha colocado siete tapices en el suelo de forma que la gente pueda observar y sentir de verdad el sentido y el objetivo que el autor nos quiere transmitir.
Se trata de una exposición de arte contemporáneo, interactiva ya que permite una relación entre el propio tapiz y la persona. Y también es original a su vez, puesto que el espectador puede tocar la obra, debido a que al acceder a la sala del matadero uno debe ir descalzo.
Es una obra con una gran dimensión táctil, no solo es interesante visualmente, sino que puedes formar parte de ella. Es una obra hiperrealista, porque propone reproducir la realidad con más fidelidad y objetividad que una fotografía.
Por otra parte también se trata de una obra fotográfica, ya que son alfombras hechas a partir de fotografías. La obra comienza siendo una simple fotografía que a simple vista no tiene un significado diferente al que leemos en las frases y termina siendo una gran obra de arte contemporáneo.
Es una obra de carácter crítico, más allá del material, las frases unen a la persona con la propia realidad, la crítica social, por eso decimos que es una obra hiperrealista. También es una obra específica para el lugar destinado al público ya que como he citado anteriormente está situada en el antiguo matadero de Madrid, lugar donde se establece la relación con la obra.
Tiene un carácter textual, donde unas frases que a simple vista no transmiten nada, sí que lo hacen, esas frases nos introducen en el mundo que Garaicoa quiere criticar y expresar por eso también decimos que es un arte conceptual por lo que la obra prima sobre la realización material de la obra
La obra de Garaicoa no es solo una obra que se refleja en el suelo sino las sombras del sujeto para poder reflejar la realidad. Garaicoa puede darle otro sentido a la obra queriendo esconder el miedo debajo de la propia alfombra. Habla de la sociedad urbana toda ella relacionada con la propaganda.
Es una obra que no solo llamo la atención a los adultos que percibieron el sentido de la obra de un gran artista cubano, sino que suscito un gran interés a los niños, los cuales andaban correteando y divirtiéndose sobre los tapices y los videos allí expuestos por el autor.
Nos emotiva a andar sobre los tapices y sobretodo nos anima a pensar en la realidad que debemos percibir, las cosas tan horribles que se están viviendo en otros lugares del mundo y que también forman parte de nuestra vida.
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