La historia de Nastagio degli Onesti son un ciclo de cuatro cuadros del pintor italiano renacentista Sandro Botticelli que nos cuentan una narración de Bocaccio . Son del año 1483, y están realizados en temple sobre tabla.
Fueron un regalo de bodas de Lorenzo el Magnífico para Gianozzo Pucci por su matrimonio con Lucrezia Bini.
Botticelli representó la historia de Nastagio la cual pertenecía al Decamerón de Bocaccio, a la parte llamada El infierno de los amantes crueles. Cuenta la historia de un joven llamado Nastagio degli Onesti el cual fue rechazado por su amada. Nastagio vió en el bosque a unos fantasmas que repetían sin cesar el mismo castigo, un jinete alcanzaba a una mujer y la mataba, ella se volvía a levantar y así eternamente. El castigo era así porque la muchacha no correspondió a su pretendiente. Nastagio hace que su amada lo vea para así vencer su resistencia al matrimonio y conseguir que ella le dé el sí quiero. Lo que finalmente consigue.
Las tres primeras pinturas se encuentran en el museo del Prado, los dos primeros narran la aparición fantasmal, en el tercero se describe el banquete que organiza Nastagio para sorprender a su novia, y en el último, situado en Florencia, se muestra el banquete de bodas con el final feliz de la pareja.
En mi opinión, el hecho de que se ofrecieran estos cuadros como regalo de bodas, los cuales narran como un hombre que no es correspondido amenaza a su esposa mostrándole lo que puede pasar si rechazas a tu pretendiente, muestra el gran machismo que había en la época. Las mujeres no tenían ni voz de voto sobre la elección de con quién casarse, y sí se negaban se les metía miedo con este tipo de narraciones. El cuadro en sí, ya cuenta cómo le metió miedo el marido a su esposa con ese espíritu maltratado, por lo que al regalar un ciclo de cuadros narrando esa historia se vuelve a repetir el hecho de que la amada sea amenazada mostrándole lo que le puede pasar si no le acepta, o si no respeta las decisiones que toma su comprometido.
En la actualidad yo creo que esto ha cambiado muchísimo, evidentemente no en todo el mundo es así, pero en estos tiempos la mujer tiene muchísima más voz sobre lo que hace con su vida, no todo el mundo tiene ya en la cabeza esa idea de que el hombre es el que manda, o la idea de pertenecer a un hombre. Ahora, por lo menos, se intenta de que el mundo, al igual que el matrimonio, sea cosa de dos, y no de un hombre dominante y una mujer que viva bajo un yugo de represiones y de una vida sin libertad.
María Granizo Báez
Grupo 12
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