sábado, 6 de noviembre de 2010

¡LOS TAPICES TIENEN VIDA!

El centro Matadero Madrid nos da la oportunidad de transportarnos a la ciudad de La Habana y pasear por sus calles gracias a la exposición “Fin de silencio” de Carlos Garaicoa (La Habana, 1967).

La oscuridad de la antigua cámara frigorífica del matadero nos llena de curiosidad invitándonos a descubrir los mensajes plasmados en los siete tapices, cuya iluminación contrasta con la falta de luz del resto de la sala, gracias a lo cual se consigue que la mirada del espectador se centre únicamente en las obras.

A medida que nos adentramos en la instalación llama la atención del visitante la particular presentación de los tapices, situados en el suelo en lugar de en las paredes como cabría esperar.

Los sentidos se despiertan, además, por el singular detalle de tener que recorrer la exposición descalzos. Sentir el frío pavimento de la calzada bajo nuestros pies, con sus grietas y desconchones, nos hace partícipes de la realidad conceptual en que se basan las alfombras realizadas con hilo y lana con detalles dorados para dar relieve a cada una de las letras que componen los mensajes.

Además de las alfombras se muestra una filmografía compuesta por dos vídeos proyectados, así mismo, en el suelo. Se trata de grabaciones realizadas realmente en las calles de la ciudad donde se ven los pasos de los viandantes sobre las firmas de las tiendas. El realismo de las imágenes es tal que contribuye a la sensación de que estemos paseando por el lugar.

El autor aprovecha la iconografía presente en la denominación de antiguos establecimientos de La Habana para, realizando algunas modificaciones en su texto, convertirlos en mensajes con ideas sociopolíticas que tratan de plasmar la opresión social que sufre el pueblo cubano, la crítica social, el ansia y la esperanza en el cambio de modelo político.

Analizando alguno de los textos, por ejemplo, el nombre “La General” se convierte en “La General tristeza negará placeres” para mostrar el malestar y el inconformismo de los ciudadanos.

En otra de las imágenes no cambia el texto “El Pensamiento” pero sí lo acompaña de imágenes sugerentes, la sombra de una persona y la de una supuesta columna. Digamos que esa sombra se ve intimidada por la altura y la fuerza de la columna y ésta le impide expresar su pensamiento, de ahí el título.

Para finalizar, la idea principal de la muestra podría resumirse en la alfombra referida a “Fin de siglo”. En ella trata de concluir que sin ese cambio o fin de siglo la sociedad y las personas no podrán tener el pensamiento libre a través del cual poder expresarse.

Personalmente, la muestra me ha impresionado, tanto por la forma de exponerla como por su tipología y originalidad. Comparto la idea principal del autor porque cualquier persona no puede sentirse oprimida por cualquier fuerza superior.

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