Ámame o sufrirás las consecuencias. Natalia Gudiño Castilla
Es lo que nos viene a resumir esta representación realizada por Botticelli sobre la historia de Nastagio, tomada de la octava novella de la quinta jornada del Decamerón de Boccaccio: «El infierno de los amantes crueles». El cual realiza en cuatro tablas como encargo de Antonio Pucci para el desposorio de su hijo Giannozzo Pucci con Lucrezia Bini, matrimonio celebrado en 1483.
En las cuatro tablillas realizadas por Botticelli, en un principio para formar parte de unos arcones o baúles que se regalaban a los desposados, y que su temática solía ser de carácter moralizante, se relata la historia del joven Nastagio oriundo de Rávena, el cual rechazado por su joven dama decide marcharse al bosque con el fin de olvidar lo sucedido cuando observa la persecución de una joven desnuda a manos de un jinete seguidos por sus canes, la reacción de Nastagio como buen caballero es de socorrer a la joven dama e intenta ahuyentar a los perros como bien queda reflejado en el primer panel de la obra. Pero el jinete le hace un tajo en la espalda y le saca el corazón el cual es devorado por los perros. Para sorpresa de Nastagio la joven inmediatamente se levanta y la escena se vuelve a repetir una y otra vez. El jinete le explica que esa joven era su amada pero que ella le rechazó, y como castigo eterno quedan condenados la mujer, por burlarse del amor del caballero, y el caballero, que se suicidó por amor, a repetir una y otra vez la cruenta escena.
Nastagio ve que lo sucedido a los jóvenes amantes de algo le puede servir. Decide llevar a la joven dama que le rechazó al bosque para que presencie la escena, y advertida o posiblemente asustada por lo que ve, decide finalmente aceptar la propuesta de matrimonio del joven Nastagio. En la tablillas este momento es si acaso el más dramático y teatral, pues en la tercera tablilla se ve representado el banquete en medio del bosque, para que todos los allí presentes, incluida la futura novia puedan presenciar la cruel escena.
Ya en la última tablilla, la cual ha traído bastante polémica, pues no se sabe a ciencia cierta que fuera realizada por Botticelli, debido a la menor calidad de este, que a diferencia de la tercera tablilla es la que más se asemeja a la maestría de Botticelli, resaltando la figura de la joven desnuda.
La verdad que como tema moralizante llevado a nuestros días, resulta denigrante, cruel, y humillante tanto para la protagonista de las tablillas como para la joven Lucrezia Bini. Puesto que anula la libre elección de su pareja y no es sino por miedo a mí entender, por lo que acepta la propuesta de matrimonio del joven Nastagio.
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