sábado, 9 de octubre de 2010


Una ciudad y un sueño, el fin de silencio.
Carla González Fernández.

En un ambiente teatral donde son los focos los que nos descubren las obras, Carlos Garaicoa nos presenta su exposición “Fin de silencio”. Una instalación site specific que se encuentra en la sala “Abierto x obras” del Matadero de Madrid.
Carlos Garaicoa es un artista que desde siempre ha sentido un gran interés por la ciudad y la representación de la imagen, por el arte conceptual y el postconceptual y que se ha ayudado de la fotografía, el dibujo, las maquetas, y sobre todo de la documentación histórica de la ciudad para explicarnos su obra.
Un sueño de cuatro años que empezó con el paseo de Carlos por su ciudad, La Habana, y con su fijación en todos esos carteles de firmas locales como son Reina o La General, palabras que le fueron muy sugerentes y que le hicieron fotografiar las fachadas de estos comercios y edificios cubanos comenzando un trabajo que ha evolucionado hasta lo que hoy nos presenta. Siete alfombras en las que nos muestra la imagen hiperrealista de los suelos de La Habana. Suelos por los que todos los días pasean miles de cubanos y en los que leemos frases como El Volcán estallará, iluminados esperamos o La General tristeza negará placeres. Imágenes frías de una ciudad rota que contrasta con la suavidad táctil que sentimos al pisar con nuestros pies descalzos los siete tapices. Crítica de una ciudad plagada de propaganda y consignas políticas.
Una obra que ha sido creada en un contexto social muy distinto del original. Un dialogo entre Madrid y la visión acomodada de las alfombras, icono de la sofisticación y lujo de antaño; y La Habana, y la imagen fría de los suelos rotos de granito.
Con la idea de que la historia todavía no ha sido escrita y que se encuentra contenida en las calles que diariamente atravesamos, Garaicoa nos invita a adentrarnos en esta sala, a descalzarnos y a detenernos por un momento en pensar en lo que vemos y leemos. Un espacio de reflexión crítico sobre una sociedad y sobre unas circunstancias concretas que sin duda nos hacen reflexionar sobre el papel de la ciudad y de sus transeúntes.
Una idea inicial de un artista que trabaja colectivamente con fotógrafos, diseñadores, historiadores, donde lo importante es la idea, el concepto, el pensamiento racional de la obra y de como transmitirla también de forma racional. Rompiendo con la idea de genio, de artista individual que lo hace todo. Ayudándose de un equipo de trabajo que le permite hacer una obra documental pero con una gran sutiliza artística.
Sueño del artista por dejar de barrer debajo de la alfombra.

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