La interpretación de los sueños, la programación de los mismos es un tema que desde hace más de un siglo médicos y científicos han venido explorando con la finalidad de inducirlos, dirigirlos y poder recuperar los datos que se generen en ese nivel de subconsciencia para dar respuesta personalizada a la psique humana. Pero ¿qué si más allá de ellos se pueden aprovechar para manipularlos, convertirlos en un arma poderosa y por demás silenciosa de estados, gobiernos o influyentes multinacionales?
La cinta abre interesantes interrogantes como cuánto dura un sueño en su equivalente de tiempo real, a qué ritmo trabaja la mente, a qué ignota dimensión nos trasladamos para realizar lo inverosímil y ubicar cualquier tipo de personas aún fallecidas, y si existe conexión entre el mundo físico y el que creamos al dormitar. Por algo en una entrevista Nolan dijo: “El cerebro es capaz de más de lo que jamás sabremos”.
¿Qué sucedería si el ser humano contara con la tecnología lo suficientemente poderosa para infiltrarse en el estado del sueño de otro congénere y así robar sus pensamientos e ideas?
A partir de esta posibilidad, Christopher Nolan ofrece su percepción con "Origen" (Inception), historia de su propia autoría que se encuentra en vías de convertirse en la mejor película de su filmografía, así como en un fuerte referente en el cine de culto, tal como lo hizo en su tiempo la trilogía Matrix. Una trama que ha sido comparada por algunos twitteros con Matrix, se trata del "The Matrix del siglo XXI", dicen algunos. Nolan traslada a las pantallas una historia que ideó desde su juventud. Esta película ha sido definida por su director como "ciencia-ficción sobre la arquitectura de la mente". 'Origen' no es ni un remake, ni una película de superhérores, ni adapta un best-seller. Y eso, hoy en día, no tiene precio. En una época en la que la industria de Hollywood parece gobernada por la ley del remake, la secuela, la presecuela, la trilogía, la saga, el spin-off, el reboot, etc., en definitiva, la de exprimir ideas ya explotadas, nos va a llegar una clase diferente de superproducción, un arriesgado proyecto de acción y ciencia-ficción creado a partir de un guión original. Las realidades virtuales no son implantadas a través de software como ocurría con su referente inmediato Matrix, sino de las mismas personas que ejecutarán el robo a través de su propia imaginación (de un esquema ya concebido) insertando así la idea incluso dentro de varios niveles de sueño (sueños sobre sueños), algo que suena confuso y que lo es, en su primera impresión, pero que no le quita fuerza a esa creatividad mostrada por el cineasta y su audaz forma de desarrollarla. “Tú creas el mundo del sueño, tú llevas al sujeto a ese sueño y él lo llena con sus secretos”.
La historia de ‘Origen’ trata de robar valiosos secretos del subconsciente en el momento del sueño, cuando la mente es más vulnerable. En lugar del robo perfecto, Cobb y su equipo de especialistas tienen que hacer lo contrario: su tarea no es robar una idea, sino implantarla. Si tienen éxito, podría ser el crimen perfecto. Pero ni toda su experiencia ni la planificación cuidadosa puede preparar al equpo para el peligroso enemigo que se adelanta a todos sus movimientos. Un enemigo que sólo Cobb podía ver venir: él mismo, ya que en la película se entrelaza la historia con las propias pesadillas que vive Cobb y su fijación de revivirlas constantemente. Su mujer Mal (Marion Cotillard) va infiltrándose en los sueños que debe inducir poniendo en riesgo su trabajo.
Pero el proyecto no lo realiza solo, para ello cuenta con un grupo clave: una talentosa jovencita llamada Adriadne (Ellen Page) que será la arquitecta de los sueños, Arthur (Joseph Gordon-Lewitt) la mano derecha de Cobb, Yufus (Dileep Rao) un químico encargado de sedar a los que van a intervenir en un sueño y Eames (Tom Hardy) un falsificador de personas.
Es una muy buena película que trabaja sobre la psique humana y la delgada línea entre los verdaderos recuerdos, las posibilidades de lo que aconteció y los recovecos de la cabeza. Una idea tiene el potencial de replicarse como un cáncer, en nuestras inquietas y soñadoras mentes. Se ha convertido en un clásico instantáneo gracias a unos acertados ecos a otros clásicos y series del género como Blade Runner, Matrix (efectos especiales muy parecidos, cámaras lentas, espacios tridimensionales, tecnología cibernética), Misión: Imposible, James Bond, La Celda, Platón y su mundo de las ideas, el arquitecto alemán Escher,... El príncipe Segismundo, en la obra de Calderón de la Barca "La vida es sueño", con su famoso monólogo cuestionó la realidad frente a lo onírico, dos siglos después Sigmund Freud estudió el subconsciente y el misterio de los sueños, sus teorías que transformaron los conceptos de esa época parecen cobrar actualidad con el novedoso argumento de la película Origen.
A lo largo de toda la película queda presente la relación con la mitología clásica puesto que la arquitecta de los sueños se llama Ariadne, una clara alusión al mito donde Ariadna ayuda a Teseo a salir del laberinto del Minotauro o el descendimiento de Orfeo a los infiernos en busca de su esposa Eurídice, y queda plasmada en las bajadas en ascensor que hace Cobb para ver a su esposa Mal; otra alusión a la mitología clásica griega es la obsesión que tiene Cobb para volver a su hogar y ver de nuevo a sus hijos, como Ulises a Ítaca después de años de estar perdido en el mar.
Cobb (Leonardo DiCaprio) es un especialista en el ultraje de secretos ejecutados desde el subconsciente del sueño de la víctima, que sin embargo vive como fugitivo criminal. Después de ser chantajeado por Saito -un millonario empresario- (Ken Watanabe), consistiendo en implantar una idea a su rival de negocios Robert Fischer (Cillian Murphy) para disolver su poderoso corporativo, Cobb la acepta para encontrar así su redención. Esta trama logra atrapar al espectador desde el inicio del filme. Se debe ver sin distracción alguna. Cada diálogo y concepto ofrecido podría resultar complicado para quien desvía su atención.
Leonardo DiCaprio demuestra una vez más su calidad histriónica con un Cobb atormentado, hábil y enfocado al cumplimiento de su trabajo. Actores como Cillian Murphy, Ken Watanabe, Ellen Page y Joseph Gordon- Levitt otorgan actuaciones memorables, séanse desde la víctima de la incepción hasta los integrantes del equipo que sembrarán la nueva idea. Respaldados por Michael Caine y Tom Berenger, intérpretes con reconocidas trayectorias, y la destacada participación de Marion Cotillard logran un gran ensamblaje y química.
Los actores otorgan veracidad a personajes que no pueden catalogárseles como totales villanos o héroes dentro del filme, siendo de esta manera más humanos ante la audiencia.
Andreea Roxana Neagu
Grupo:12
1º Grado de Hª del Arte
Teoría del Arte
30/10/2010
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