Diferente manera de exponer el arte. Si de niña cuando paseaba por la Real Fábrica de Tapices o por esos Grandes Museos, en los cuales los tapices están colgados y no se pueden tocar, me hubiesen dicho que cualquier día estaría paseando por los de un artista, no me lo hubiese creído, incluso lo habría negado.
Creo que tan pensada esta la exposición que se encuentra justo en la sala “Abierto por obras”, donde la antigua cámara frigorífica del matadero sigue oliendo a ese incendio, que por otra parte forma parte del incendio que provocan las palabras escritas en cada uno de los siete tapices.
El color negro de la cámara contrasta con los colores blancos y tierras de los tapices, y el aspecto deteriorado con los suelos representados en ellos. Suelos que están referenciados en las dos proyecciones, una en color y la otra en negativo, por donde transitan diariamente gente de toda clase y edad. Suelos que se encuentran delante de los comercios con su propia firma, firma que el autor a sacado de su origen y donde ha expresado las denuncias que van contra esa política que vive su país. Denuncias que ha buscado en las formas de su escritura, en el color de sus letras, en cada cenefa y en los volúmenes de estas, la manera de llamar la atención de todo aquel que lo ve. La sala esta iluminada solamente en los tapices y las proyecciones crean su propia iluminación incluso la muchacha que esta sentada a la entrada solo tiene un flexo que ilumina su propio tapiz.
Llamándose la exposición “Fin del silencio” no transmite por su enclave precisamente ruido, sino que según entras y te descalzas decides sumirte en ese pensamiento, en esa expresión que cita una de las proyecciones “El amigo de mi enemigo no puede ser mi amigo”, y es en ese momento cuando te das cuenta que solo una mirada no basta para intentar comprender que cada frase tiene un significado distinto pero una única dirección que los une y que creo que queda totalmente reflejada en el primer tapiz de la derecha donde una serie de frases unidas de arriba abajo, de derecha a izquierda y en cruz, hablan de vivir, morir, sin rival y sin miedo, de levantarse y unirse en contra de lo que esta sucediendo, siendo libres para expresarse, para dejarse a los placeres, liberar los sueños… en fin VIVIR, simplemente vivir y ser personas con todos los derechos y deberes, totalmente integras, aunque ahora crean que lo son y no se den cuenta de que se les esta negando su libertad, su propio ser, SER PERSONAS.
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