domingo, 17 de octubre de 2010

LA CATARSIS SOÑADA (¡La peonza se cae!)

Rubén Ustero Pardos

Bienvenido al mundo de los sueños. NO, no es ese mundo que visitas cada noche cuando duermes. No son esa clase de sueños que Freud analizó, así que olvida sus teorías de condensación y desplazamiento del subconsciente; mejor vigila sus proyecciones. Estos sueños están arquitectónicamente creados, sujetos a la lógica, imitando la realidad para que creas estar despierto. Un mundo onírico creado por Nolan mediante esa máquina de sueños compartidos que es (también) el cine, con sus propias reglas, donde un sueño puede contener a otro como una matrioshka, así que atento a cada detalle, a ver si puedes descubrir el truco, y no te pierdas en este laberinto porque aquí abajo un minuto puede ser una eternidad. Deja en paz tu tótem; ya estás soñando.

Un padre, un hijo lleno de remordimientos y una idea que implantarle a ese hijo. Esto es ORIGEN. No estoy hablando de Fischer y su moribundo padre. Tatúate esto para no olvidarlo: todo es un truco.

Cobb es el sujeto al que hay que implantarle la idea. La idea de que no fue culpable de la muerte de su esposa Mal y que debe asumir su pérdida. Todo esto orquestado por su padre, el profesor Miles, que quiere que se libre de esa culpabilidad que lo atormenta. Para ello pone en conocimiento del empresario Saito las habilidades como extractor de información de su hijo. Saito se hace pasar por la víctima de un supuesto trabajo de Cobb, contratado sin que lo sepa por su padre, y se quitan de en medio al arquitecto que trabajaba con él. En su lugar estará Ariadne, recomendada por Miles por ser su mejor alumna, pero que está previamente contratada y adiestrada para la catársis de Cobb. El encargo es hacer un origen en un competidor de Saito, irónicamente un hijo que heredará el imperio de su padre. Cobb a cambio podrá, mediante influencias, volver a EE.UU. sin cargos y estar con sus hijos. Cobb sabe que podrá hacerlo porque implantó la idea del suicidio como vía de escape de un sueño en su mujer, lo que la llevo a suicidarse en la realidad. Y ya tenemos el mito montado: un Orfeo que bajará al Hades a por su esposa muerta para liberarla y llegar a Ítaca (Ulises) con sus hijos y que como Teseo será ayudado por Ariadne para salir del laberinto.

Diseños de Esher, sedante, niveles de sueños y proyecciones del subconsciente cabreadas (subseguridad propia de un extractor). Finalmente Cobb llega al limbo (el último nivel), habla con la saboteadora proyección de Mal y Ariadne la mata. Cobb busca a Saito y salen de allí suicidándose. Despiertan. Llega a EE.UU. sin problema y ¡allí está su padre esperándole! Regresa a su casa. Gira la peonza, su totem para saber si está soñando, pero da igual, no la mira, porque ya es capaz de verle la cara a sus hijos. Está despierto y redimido. La peonza dejará de girar. Tu mente no.

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