Cristina Mª de Pedro
El artista cubano Carlos Garaicoa ha presentado en Madrid su exposición titulada “Fin de silencio”. Ésta se encuentra expuesta en el antiguo Matadero de Madrid en la sala “Abierto por obras”. Esta obra es un encargo para este lugar; esto es lo que denominamos una site-specific–web.
La exposición cuenta con siete fotografías impresas sobre alfombras en las que se muestran frases que se encuentran en las calles y de antiguos comercios de La Habana. La sala se caracteriza por el uso de una iluminación adecuada y tenue que se centra en los tapices dando una sensación de calidez e intimismo que nos lleva a que sea un buen lugar para reflexionar acerca de las frases plasmadas en estos tapices. A parte de las alfombras, nos encontramos con dos proyecciones en las que se ven a diferentes personas paseando por las calles de La Habana, pisando las frases y haciendo su vida cotidiana pasando, en mayor o menor medida, del significado que estos letreros tienen para la sociedad cubana.
En mi opinión esta exposición se caracteriza por ser una obra interactiva en la que no sólo tienes que mirar las obras de arte e imaginarte su tacto; en este lugar uno de los protagonistas es el propio espectador ya que nada más entrar en la sala te hacen descalzarte para poder caminar sobre las alfombras y sentir su tacto. Para mi participar de esta forma en una galería ha sido impactante ya que nunca se me habría ocurrido la idea de poder simplemente “suspirar” demasiado cerca de La Madonna Sixtina de Rafael o palpar el David de Miguel Ángel.
Dentro de estas obras de arte, no sólo está en juego la interactividad de las personas, la fotografía o el material donde están plasmadas; la fuerza de las palabras tiene una importante función ya que critica la situación social en la que se encuentra encerrada Cuba. Con frases como “El volcán estallará. Iluminados esperamos” hace una alusión al futuro, a una revolución que les permita poder salir de la situación en la que se encuentran y poder buscar la libertad para dejar atrás la idea de un pueblo oprimido por el gobierno.
Personalmente, el tapiz que más me ha gustado ha sido el de “El pensamiento”, ya que en este las sombras y el lugar donde está colocado juegan un papel importante y hace un increíble juego de luces. Además, el pensamiento es algo que siempre va unido a una persona y que la acompaña en cualquier momento sin darse cuenta.
A medida que crecemos, el pensamiento se desarrolla, fortalece a la persona y alimenta el futuro.
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