La obra que nos presenta Garaicoa en el matadero de Madrid, son siete tapices diferentes sobre el suelo. Es una obra interactiva ya que el visitante puede sentir la obra además de verla buscando la originalidad de verla descalzos y no detrás de una vitrina como sucede en muchas exposiciones.
La obra está hecha a partir del pavimento de diferentes comercios de La Habana en los años cuarenta antes de la llegada de Fidel Castro. El pavimento está copiado minuciosamente, solo cambia el texto de los comercios haciendo una denuncia social y una crítica hacia la política del país. Mezcla el arte con literatura cambiando el nombre original de los comercios.
La exposición está hecha a propósito para la sala “Abierto x obras”,ya que la iluminación y el escenario es un punto más a su favor para crear un contexto determinado.
La obra se compone también de dos vídeos en donde solo se ven pasos por la ciudad de la Habana, en donde estaban los comercios a los que se hacen referencias en la exposición y como el tiempo los ha ido desgastando.
Según palabras del autor el arte implica “empaquetar el pensamiento”. Esto le lleva a hacer el proyecto de los tapices que lo tenía ideado desde hacía cuatro años, pero por falta de tiempo o por concentrarse en otros proyectos lo ha dejado un poco apartado para cuando tuviera oportunidad de hacerlos.
Los siete tapices están hechos con cámaras que captaban hasta el más mínimo detalle a escala 1:1, bordados con diferentes tipos de hilos, incluso con hilo de oro, crean un trampantojo entre vista y tacto, a simple vista se podría tratar de un pavimento de piedra frío y en cambio al tacto es suave y blando.
El interés por el arte del artista viene dado por si padre al que le interesaba mucho la fotografía. La carrera de Carlos Garaicoa, está representada por el tema de lo urbano, hace una reflexión sobre la sociedad y la política cubana desde la llegada del régimen castrista. El artista está también interesado por la arquitectura, haciendo obras con mezcla de carácter surrealista y nacional como puede ser una de sus obras basadas en una reconstrucción de la ciudad de la Habana hecha en cera, al encender la obra la ciudad se va derritiendo simbolizando como la ciudad está prácticamente en ruinas desde hace mucho tiempo.
El artista se caracteriza por su trabajo en grupo, no solo a exponer en una galería. El artista no reconoce las obras como trabajos exclusivos suyos, sino que es un grupo el que trabaja en conjunto para que las obras puedan llegar a exponerse.
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