martes, 14 de diciembre de 2010

“Theeee simpsoooooons...” (8)


Entre unas nubes blancas sobre el fondo azulón del cielo, lo sabemos, “los simpsons” comienzan.
La mayoría llevamos viendo estos dibujos para adultos desde que tenemos uso de razón, y aun siendo pequeños no nos negábamos a verlos, aunque entendiéramos más bien poco. Pero creces y empiezas a notar lo que éstos dibujos pretenden transmitirte. Es mucho mas que la vida de una serie de personajes de color amarillo y con 4 dedos en la mano.
En efecto, Springfield se trata de un pequeño pueblo ficticio americano, pero que intenta reflejar la realidad en la cual hoy día vivimos. Podemos empezar por un prototipo de familia peculiar en la cual están presentes: el padre de familia y marido idiota, la madre y esposa correcta que cuida de su familia y en especial de su marido (quien más requiere cuidados), la hija pequeña e inteligentísima que se siente frustrada ante el poco entendimiento intelectual de su familia, el hermano mayor, un kinki en potencia, y el bebé, que no habla pero el basta su chupete para comunicarse, siempre acompañando a su madre, sin poder vivir la una sin la otra.
Mi interpretación tras toda una vida viendo estos dibujos es que en ellos se produce una continua crítica. Fundamentalmente el tema a criticar es precisamente América, haciendo de ella un país un tanto absurdo, con gentes absurdas. Pero también se producen otras muchas críticas en cada uno de sus capítulos: al arte, a la educación, al sistema de trabajo, el estado del medioambiente, a la Iglesia, política... que reflejan sin duda los problemas de la actual sociedad moderna.
Y no puedes dejar de verlos. Supongo que una gran mayoría cumple su cita a las 14:00 en casa no sólo para comer, sino para relajar la mente con esta tronchante familia americana.
Todo capítulo empieza de una manera, que no tendrá nada que ver con lo que pase a continuación, ni mucho menos con el final del mismo. Y parece que es una serie de sin sentidos, de acciones absurdas, que contienen mucho más mensaje del que parece tener. Una gran mayoría contiene digamos que una especie de enseñanza hacia ciertos temas, por ejemplo en numerosas ocasiones hacia la violencia y sus consecuencias. ¡Y todo esto en a penas 20 minutos!
Pienso que quizá nos encantan porque se trata de un humor facilón, sencillo, ideal para despejar la mente durante un tiempo. Por eso a veces pienso que son tan absurdos, porque precisamente tienen este objetivo.
Pero sin duda esta serie se atreve con todo y es genial porque se ríe de todo, y en cierto modo te ayuda a comprender que hoy día hace falta saber reírse de uno mismo, criticarse y valorarse.
Y, tras tanto tiempo prestando atención a los habitantes de Springfield, no podremos evitar utilizar alguna vez en la vida la carcajada de Nelson, el “mosquis” de Homer o incluso protestar al estilo de Marge.

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